Para empezar creo que no existe una
privacidad para los usuarios, sino que esa privacidad en cualquier momento
puede ser pública ya que muchas veces ese derecho a la protección de datos se
ve vulnerado. Los jóvenes deberíamos tener más educación de la nueva era
digital y de las consecuencias que puede tener que colguemos datos personales
en Internet ya que cada vez empezamos a tener acceso a Internet en edades más
tempranas y esto hace que las grandes empresas como Facebook y Google tengan
mucha información sobre nosotros y más control sobre la sociedad. Este control debería ser más positivo ya que ¿Cómo
puede ser que se vendan armas ilegales por Internet? ¿Qué podamos comprar
personas? ¿Qué la gente pueda contratar a un sicario? ¿Quién permite eso? Todo
este lado de Internet es el lado oscuro que debería estar más controlado.
Al igual que pienso que las
condiciones de privacidad que aceptamos (sin leer) cuando nos descargamos
nuevas aplicaciones o accedes a algunas páginas deberían ser más sencillas y
concretas para poder leerlas sin necesidad de que se te haga pesado. Nos fiamos
que en esas condiciones de privacidad nunca pondrá nada que pueda ir en contra
de nuestros derechos de protección y privacidad pero es al revés, como hemos
visto en clase aceptamos cosas como: “podrán acceder a nuestros datos si en
algún momento fuera necesario” pero, ¿Quién decide cuando es necesario? Si
trabajas en una gran empresa que sea importante ¿Es necesario que accedan a tu
perfil de usuario y sepan todo sobre ti?...
También pienso que los nuevos
avances, las tecnologías y la era digital en la que vivimos tiene muchas cosas
en contra, aunque tienen cosas a favor por ejemplo, que puedes tener acceso al
aprendizaje mucho más rápido y de manera más cómoda. Otra cosa a favor es que este control de la
privacidad puede ser una alerta temprana que ayuda a prevenir atentados,
ataques, suicidios o incluso asesinatos.
En conclusión creo que se debe
buscar una relación de equilibrio que no se un freno para las cosas positivas
de los avances tecnológico, pero que tampoco sea una violación continuada
contra nuestros derechos fundamentales de la privacidad y protección de datos.